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Señora Visitando la tumba de su familia |
El primero de noviembre de cada año en Abancay revive una costumbre ancestral.El día de los vivos, las familias se reúnen en sus casas,para hacer sus ofrendas.Es una ceremonia muy triste.Nosotros aun lo conservamos.
Muy temprano arreglamos un lugar muy especial(la mesa),adornamos con flores, frutas,caramelos, colocamos la primera taza de chocolate con su wawatanta, de igual manera procedemos a colocar el primer plato tradicional tallarin de casa con estofado de gallina,el cuy relleno y su jarra de chicha,todo esto antes del medio día,según dicen las almas llegaran a las doce y probaran lo que ha ellos les gustaba en vida.
Mi madre que hace 20 años partió al mas allá lo hacia con mucha devoción colocaba cada ofrenda pronunciando al mismo tiempo para mi mama, para mi papa,para mi hermana Honorata,para mi hermano Tiburcio el único hijo varón y así pronunciaba muchos nombres.Yo aun niña esperaba muy atenta la llegada de las almas,veía llegar algunas moscas y decía esta debe ser mi abuela,llegaba otra mosca y decía debe ser mi abuelo y así cada mosca que llegaba era un alma.
Al día siguiente todos nos alistábamos para visitar al cementerio, recuerdo que llevábamos flores para cada tumba y bastante chicha,mi madre nos llevaba tumba por tumba y en cada tumba hacia mandar un responso (rezaba,cantaba),así pasábamos todo el día.
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